Manuel Medina y Amelia Cuadros fundaron el despacho Medina Cuadros en 1978. A punto de cumplir su cuarenta aniversario, la empresa cuenta con más de cuatrocientos trabajadores en su plantilla y sedes en las principales ciudades de España (Madrid, Valencia, Sevilla, Jaén, Granada, Santiago, Las Palmas), y en América Latina (Ciudad de México).
Antonio Medina Cuadros es el Socio Director del despacho y en esta entrevista, publicada en el portal jurídico Lawyerpress, profundiza en el crecimiento que ha vivido Medina Cuadros durante estos años, fruto de un trabajo bien estructurado en todas sus fases y departamentos.
“El próximo año cumpliremos 40 años desde que mis padres fundaron el despacho en 1978 y nuestro reto es seguir creciendo, atraer a más clientes y cumplir otros cuarenta años más”.
– Medina Cuadros Abogados es un despacho de referencia en el sector. ¿Nos podría resumir la filosofía de su Firma legal y su “secreto” para mantenerse tanto tiempo al máximo nivel?
Somos un despacho familiar, hemos crecido con los valores que nos han transmitido los Socios Fundadores desde siempre, la característica que intentamos que nos defina es la sencillez, estamos muy cercanos al cliente, al que valoramos de manera individualizada, analizando sus necesidades reales, e intentamos transmitir nuestros valores en el trabajo: experiencia, excelencia, compromiso, por supuesto, con un gran equipo, altamente cualificado y en el que destaca el buen ambiente humano, clave para trabajar.
¿Nuestro secreto?, en realidad, no lo es tanto, es lo que nos han transmitido nuestros padres: trabajo, esfuerzo y sacrificio.
– ¿Cuáles de las especialidades de Medina Cuadros es la más demandada en la coyuntura actual?
Partimos de la base de que somos un despacho generalista, abarcamos las principales Áreas del Derecho, intervenimos en todo tipo de especialidades jurídicas, aunque destacamos por la práctica del Derecho Bancario, Penal, Corporate Compliance, Concursal, Mercantil, Civil, Laboral, Inmobiliario, Deportivo; además, estamos especializados en la gestión de todo tipo de recuperación de deuda por vía judicial y extrajudicial.
Asimismo, también intentamos acompañar a nuestros clientes en su reto fuera de nuestras fronteras, fundamentalmente en América Latina, donde contamos con una sede propia en Ciudad de México.
– La firma ha sido innovadora en muchos aspectos, entre ellos, la implantación de un sistema de gestión de calidad y de certificación de la misma. ¿Qué ha aportado el proceso de certificación de calidad al despacho?
Medina Cuadros siempre ha intentado realizar un trabajo de calidad. Nuestro empeño diario es que el cliente lo perciba en el servicio que recibe, aunque para nosotros era fundamental normalizarla. La certificación de calidad nos ha permitido adoptar y compartir un mismo patrón de servicio en todas las sedes de la empresa. La certificación nos aporta la garantía del trabajo bien hecho en los distintos departamentos con unas normas que aplicamos y practicamos en todos los ámbitos de la compañía. Los clientes perciben ese estándar de calidad que es la clave de nuestra experiencia y excelencia en el trato.
– Otra de las facetas innovadoras es la perfecta transición de la generación de fundadores a los hijos. ¿Cómo se gestiona en Medina Cuadros esta transición generacional?
En una empresa familiar, estas transiciones hay que hacerlas muy bien porque son complicadas. Pasar el testigo de una generación a otra conlleva mucho trabajo y es muy importante diferenciar entre lo personal y profesional. Lo importante es que los socios de esta empresa familiar hemos encontrado el sitio adecuado donde desarrollamos al máximo nuestras habilidades y todos nos sentimos importantes, aportando nuestro trabajo diario.
El mérito indudablemente es de nuestros padres que siempre quisieron contar con sus hijos dentro de la empresa y han conseguido que cada uno de nosotros ocupe un cargo diferenciado y adecuado a su formación, donde nos desarrollamos al 100% profesionalmente. Este trabajo se ha complementado con la firma de un protocolo familiar que establece también las condiciones para la participación de las siguientes generaciones y asegurar así nuestra actual filosofía corporativa.
– Antonio, el sector legal está viviendo una radical transformación. Parece que la tecnología quiere sustituir al abogado. ¿Qué es lo que demandan ahora los clientes a un despacho de negocios moderno? Y ¿Cómo ha reaccionado Medina Cuadros ante estas demandas?
Nuestra estrategia se basa en la personalización, cada cliente es especial. Sus problemas los tratamos como únicos y estudiamos la forma de gestionarlos simplificando al máximo los procesos, es decir, que el cliente cuente con un profesional de confianza que le acompañe en todos sus procedimientos, abarcando más áreas de su negocio con menos interlocutores. Los clientes demandan un servicio integral, y nosotros ofrecemos ese servicio. Es el despacho quien debe aportar soluciones con eficacia, eficiencia y discreción en los procesos.
Por poner un ejemplo, hay muchos clientes que están inmersos en procesos de recuperación de deuda, en este caso, nos encargamos de la gestión del expediente desde el principio hasta el final, fase extrajudicial y judicial (abogados y procuradores) a través de un único interlocutor, lo que se traducirá en un mejor resultado. Si nuestro cliente tuviera que contratar a diferentes empresas o despachos para hacer esta labor, el riesgo aumenta, se incrementan los costes y se pierde el perfecto control de los tiempos de actuación. En Medina Cuadros es un abogado quien define con el cliente la estrategia legal y global de todos sus asuntos, se analiza el problema y se aporta la solución que mejor se adapte a sus intereses.
Trabajamos con muchas empresas y con muchos particulares, a todos les ofrecemos un servicio único, de calidad, diferenciado para cada uno de ellos en función de sus necesidades agradecidos por la confianza que han depositado en nuestro despacho.
En Medina Cuadros tenemos claro que el Derecho es un mundo vivo que necesita apoyarse en las nuevas tecnologías, nuestra estructura tiene forma de estrella, así abarcamos las necesidades de nuestros clientes en todo el ámbito nacional. Contamos con un departamento propio de IT y así conseguimos una buena red interna con el fin de estar todos conectados de una manera fiable y segura a nivel informático y de telecomunicaciones.
– ¿Cuáles serán los mayores retos para el despacho en un futuro no muy lejano?
El reto de un despacho siempre es tener clientes, cuidar y mantener el mayor tiempo posible a los que ya tienes y ser atractivos para atraer nuevos. Para ello, es necesario estar siempre muy cerca del mercado, saber sus inquietudes y demandas, actualizarse constantemente y permanecer alerta a las nuevas necesidades de los clientes para proporcionarles un servicio adecuado.
La clave de Medina Cuadros es que aunque somos un gran despacho, que cuenta con una plantilla de más de 400 trabajadores y sedes repartidas por toda España y América Latina, continuamos manteniendo la filosofía del despacho familiar, pequeño y cercano. El cliente esto lo valora mucho, porque seguimos manteniendo la cercanía con el cliente, estamos involucrados totalmente en el día y a día y la toma de decisiones es rápida y dinámica.
El próximo año cumpliremos 40 desde que mis padres fundaron el despacho en 1978 y nuestro reto es seguir creciendo, atraer a más clientes y cumplir otros cuarenta años más.
– Y para terminar, usted también desarrolla muchas actividades interesantes como su padre a quien hemos tenido el gusto de entrevistar en las múltiples facetas, de abogado, de escritor, etc. Usted acaba de retomar su actividad en la Fundación del Real Madrid. ¿Qué quiere aportar al Real Madrid como patrono de su fundación?
La Fundación para mí, que soy madridista, apasionado del fútbol y que además tuve el gran privilegio de participar de su filosofía desde dentro como Vicepresidente Ejecutivo, es un orgullo. Volver como patrono es un honor, admiro la labor que la Fundación realiza desde su creación en 1997, atendiendo a más de 800.000 niños y niñas en proyectos y con escuelas en más de 75 países por todo el mundo.
Como patrono, simplemente hay que estar siempre a su disposición para lo que necesiten. Y, por supuesto, propagar su mensaje allá donde podamos. Por suerte, viajo mucho por trabajo y eso me sirve para contar por donde voy las bondades de la Fundación que realiza labores increíbles en los lugares más recónditos del mundo.
Pulsar aquí para leer la entrevista en su publicación original, Lawyerpress
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